viernes, 3 de septiembre de 2010

AL GERENTE DEL HOSPITAL REINA SOFÍA

HACE algo más de cuatro años que el actual gerente de Reina Sofía José Manuel Aranda accedía por designación a dirigir el Hospital Reina Sofía, el centro hospitalario de referencia para el conjunto de la provincia, para Andalucía y también, en algunos casos, para el conjunto del Estado; un Hospital con más de 250 millones de euros de presupuesto y más de 5.000 trabajadores.







El Hospital Reina Sofía llevaba algún tiempo de desorientación y falta de eficacia en la gestión cuando accedió José Manuel Aranda a la Dirección-Gerencia y realmente fue recibido con cierta incertidumbre y al mismo tiempo expectación acerca de lo que sería capaz de generar su gestión, no sólo en el terreno asistencial, sino también en el terreno profesional y laboral, en el que no en vano su antecesor sufrió cerca de dos años de conflictividad y confrontación.






Se esperaba del nuevo gerente que fuese capaz de ilusionar a los profesionales; que fuese capaz de organizar y desarrollar el entonces llamado Plan Director y ahora Plan de Modernización, estancado, sin acabar y con un retraso de más de 10 años; que fuese capaz de ser el gerente de todos y que situase de nuevo al Hospital Reina Sofía, en el punto de referencia y prestigio que en un tiempo no lejano tenía.






Han pasado más de cuatro años y lamentablemente seguimos igual o peor que cuando llegó, el actual gerente ha desarrollado un estilo de gestión que es difícil de entender, comprender y compartir hasta por su propio equipo; ha sido capaz de unir voluntades para que algo positivo como es intentar dinamizar el antiguo Plan Director haya culminado con la constitución y puesta en marcha de una Plataforma Ciudadana en contra de lo que quiere hacer con los niños y las mujeres en su impositivo y autoritario proyecto del nuevo centro hospitalario para el niño y la mujer; ha sido capaz de llevar al Hospital Reina Sofía a ser el hospital de Andalucía con el menor ratio de profesionales de Enfermería para prestar atención sanitaria y cuidados a los pacientes, tanto en la plantilla estructural, como en el mantenimiento de ésta mediante la contratación necesaria para cubrir situaciones de baja por enfermedad, maternidad, licencias, etc.; no ha tenido reparo en realizar contratos con renovación anual de los mismos a cerca de 200 facultativos, mientras con Enfermería y el resto de categorías existe un cicaterismo y racanería que rozan la irresponsabilidad y que evidencian aires elitistas que debería cuidar; no tiene reparo en premiar con más de 5.000 euros en productividad a trabajadores cuya labor administrativa y por tanto no asistencial, no va más allá de labores en comunicación, mientras el resto de trabajadores no alcanzan de media los 1.000 euros.






Esto es sólo una muy pequeña muestra de la forma de entender y ejercer la gestión el actual director gerente del Hospital Reina Sofía José Manuel Aranda, un gestor que ha sido felicitado por el SAS por no gastar en su totalidad el presupuesto que tenía asignado en el capítulo I, mientras los profesionales de Enfermería y otros colectivos se dejan la piel cada día y ponen en riesgo su salud, trabajando en situación de riesgo, marchando a casa exhaustos, agotados y hundidos física y psíquicamente, por falta de recursos humanos.






Un gestor que no duda en utilizar como fondo los trasplantes para un continuo trasiego de fotos y campañas de imagen con personajes del espectáculo, mientras el 97% de la actividad del hospital requiere de mayores medios y de mayores recursos, sobre todo profesionales de Enfermería (también en las unidades de trasplantes), al ser éstos los únicos que garantizan la continuidad asistencial y cuidados, de manera ininterrumpida las 24 horas del día.






Es lamentable que quién ha de ser el director gerente para todas las categorías profesionales y para todos los pacientes, haya quedado por un lado en sólo ser el gerente de la élite profesional, a la que se pliega y favorece en detrimento del resto, y por otro lado en dar la sensación de que para él los pacientes no representan el centro del sistema sanitario en Reina Sofía, o al menos eso es lo que detecto cuando observo preocupado tanto la forma en que se fuerza a trabajar a los profesionales de Enfermería, como el preocupante déficit de recursos humanos con el que son atendidos dichos pacientes.







Creo sinceramente que si al director gerente del Hospital Reina Sofía le preocupan la asistencia, los cuidados, los pacientes y los profesionales, ha de ser consciente de que: las campañas de imagen y propaganda no resuelven los problemas ni los déficits de recursos para la asistencia en el hospital; la estabilidad en el empleo con renovación anual de contratos no puede ser sólo para un colectivo; los presupuestos están para gastárselos y además, por el paciente y los profesionales, endeudarse hasta los márgenes que legalmente está permitido; si hay cerca de 60.000 firmas exigiendo que a cerca del Plan de Modernización, en lo referente al hospital del niño y de la mujer, se les escuche y atiendan sus razones, usted debe atenderlas y no esconderse en su despacho; si usted quiere unos profesionales de Enfermería motivados, al menos respete su dignidad profesional y no los trate cual frías piezas mecánicas que formaran parte de una cadena de montaje en una fábrica de tornillos.

Manuel Cascos Fernández,secretario del S.A.T.S.E.