Mas de un centenar de Médicos Internos Residentes (MIR) del Hospital Reina Sofía se concentraron a mediodía de ayer a las puertas del centro sanitario para denunciar los drásticos recortes, de hasta un 50 por ciento, en las guardias. Estuvieron amparados por el Sindicato Médico (Simec), que ha denunciado esta práctica ante el director gerente del Hospital Universitario Reina Sofía, José Manuel Aranda, al considerar que la medida se ha puesto en marcha «de forma silenciosa y sin ningún tipo de información o acuerdo».
Los médicos residentes leyeron ayer un manifiesto sobre el conflicto, del que culpan directamente a la Gerencia del hospital, además de al Servicio Andaluz de Salud (SAS). Las guardias, según denuncia el personal residente, han sufrido un recorte considerable, pasando de hacer de seis a siete guardias al mes a tan sólo tres o incluso dos en el peor de los casos, con un recorte salarial del 40 por ciento. En palabras del secretario del Sindicato Médico, José Luis Navas, «se trata de un ataque en la formación especializada de un residente, sin haber negociado nada y sin criterio de ningún tipo». Hay casos en los que las guardias «quedan por debajo de lo que por ley recoge el programa formativo de los MIR y que está reconocido entre 4 y 6 guardias al mes». Desde el Sindicato Médico denuncian además que «hoy por hoy, el trabajo de los residentes están sufriendo la escasez del personal de plantilla ya que se están utilizando a los residentes para suplir estos recortes».
Asimismo, desde el Simec aseguran que «con el recorte de las guardias se van a dar casos como el médico especialista está de guardia localizada y el residente no estará. Con lo que esto implica para los pacientes».
El Sindicato Médico ha entregado un documento a la Dirección-gerencia del hospital solicitándole «que se siente a negociar, que podamos compaginar una formación de calidad con medidas de eficiencia y recorte económico con cabeza». Los MIR, aseguró Navas, «son un tesoro que hay que mantener, por lo que su formación no se puede deteriorar». En cuanto a los recortes, según Navas, se están haciendo de un modo progresivo, en unos hospitales de una manera más sutil, pero la situación viene dándose desde 2007.
En cualquier caso, fue el pasado 16 de abril cuando los Médicos Internos Residentes (MIR) del Hospital Reina Sofía conocieron las medidas que suponen un recorte en la realización de guardias. Esta reducción se aplicará a partir del próximo 1 de mayo.
Especialidades como Cirugía Torácica, Cirugía Pediátrica, Oftalmología, Cirugía Plástica, Otorrinolaringología, Neurología, Neumología o Neurocirugía no tendrán un médico de presencia física todos los días, sino que algunos días solo habrá un adjunto localizado en su domicilio. En otros servicios como Traumatología, Medicina Intensiva y Cardiología se reduce a la mitad el número de residentes, aunque ya de por sí soportaban una gran presión asistencial en cada guardia.
Sin médicos especialistas
Los residentes recordaban en su manifiesto que son múltiples los ejemplos que se podrían poner de situaciones cotidianas en el hospital donde la presencia física de un residente supone resolver una urgencia vital dando tiempo a que el especialista, localizado, pueda llegar para una resolución definitiva si es necesario. La propuesta actual deja sin residente estos avisos urgentes y con un especialista localizado cuya inevitable demora puede llegar a ser crítica. Además de la demora en la atención médica, estas medidas implican, a juicio de los MIR, «una sobrecarga asistencial, ya que los pacientes que queden sin resolver durante la guardia se derivarán a consultas externas, con el consiguiente incremento de las listas de espera».
Por su parte, la Gerencia del Hospital Universitario Reina Sofía ya justificó la reducción de guardias de los MIR con un estudio que revela la «conveniencia de reajustar» los servicios que realizan los médicos internos residentes (MIR) al 15 por ciento, si bien aseguró que esta cifra «en ningún caso asciende al 40 por ciento», que es la cifra que ofrece el Simec.
