viernes, 5 de julio de 2013

En el hospital Reina Sofia.Interrumpidas tres operaciones quirúrgicas por falta de enfermeros

Tres pacientes preparados para una intervención fueron devueltos a planta
Satse advierte que se puede producir un empeoramiento de salud en los enfermos
Según el sindicato el centro sanitario sólo sustituye el 20% de las vacantes

Tres pacientes que iban a ser operados este viernes de colecistectomía, intervención que consiste en la extracción de la vesícula biliar, en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba han sufrido los recortes de la Junta de Andalucía estando ya preparados en la mesa de quirófano.
Éstos se encontraban preparados para ser intervenidos cuando han sido devueltos a la planta de hospitalización sin ser intervenidos. La razón, según ha explicado el Sindicato de Enfermería (Satse), es que se ha suspendido toda la actividad quirúrgica programada de uno de los quirófanos de este centro hospitalario porque no había enfermeras suficientes para cubrir toda la dotación necesaria.
Esta organización sindical entiende que esta situación genera molestias no solo a los pacientes sino también a los familiares, pues supone "alargar innecesariamente su hospitalización, además del posible empeoramiento en su estado de salud que ello puedo suponer". Cabe destacar que dos de los pacientes proceden de localidades alejadas de Córdoba capital.
Satse sostiene que esta suspensión de quirófanos por falta de enfermeras también supone un sobrecoste económico para el sistema sanitario público. "Algo que no deja de ser una paradoja, ya que el origen del problema en cuestión es el ahorro que el director gerente [José Manuel Aranda] pretende generar el no contratar al personal de enfermería necesario para cubrir las situaciones de falta de personal que se producen en la plantilla como consecuencia de bajas por enfermedad, vacaciones, permisos y demás".
El sindicato entiende que es Aranda el único responsable de esta situación, que no solo pone en "riesgo" a los profesionales, que sufren una sobrecarga laboral, sino también a los propios pacientes que no reciben una asistencia sanitaria de calidad, soportan más lista de espera o retrasos a la hora de la realización de pruebas diagnosticas. En concreto, el director gerente del Hospital Reina Sofía de Córdoba, según ha denunciado Satse, solo sustituye al 20 por ciento de las enfermeras que, por una causa u otras, no pueden estar en su puesto de trabajo.
ELMUNDO.es ha confirmado que éste no ha sido el único caso en el que se han anulado intervenciones quirúrgicas previstas por falta de personal, estando ya el paciente ingresado en el centro hospitalario cordobés.

martes, 2 de julio de 2013

Condenan al SAS por la muerte de una niña hace once años

El fallo cree que una atención sin dilación hubiese evitado el fallecimiento.
 
Cristina Cuenca salió a jugar la tarde del 12 de enero de 2002. Era sábado e iba a divertirse con los patines que habían sido su regalo de Reyes. Estando con unas amigas, cayó al suelo y se golpeó en la cabeza. Once meses después falleció por efecto de esas heridas. Una sentencia emitida por el Juzgado de lo Contencioso de Sevilla ha condenado al Servicio Andaluz de Salud (SAS). El tribunal considera que existe una relación de causalidad «entre el fallecimiento de la menor Cristina y la atención médica dispensada» en el Hospital Universitario Reina Sofía. «De haberse actuado sin dilación, las lesiones de la paciente no hubieran tenido la gravedad que alcanzaron de forma que podría haberse evitado el fallecimiento», dice el texto.
La sentencia se centra en qué ocurrió durante las primeras 48 horas, que fueron clave en el caso. El fallo lo explica con precisión quirúrgica. El 12 de enero, Cristina Cuenca entró en urgencias con un fuerte hematoma en un lateral del cráneo. Principales sospechas: fractura de peñasco (el hueso que contiene el oído medio). Los médicos que la atendieron le hicieron algunas pruebas y decidieron vigilarla en la Unidad de Cuidados Intensivos del Reina Sofía.
El padre, José Cuenca, asegura quesu hija fue presentando un estado de som nolencia. La sentencia lo corrobora. Afirma que se lo comunicó a los médicos que la atendían para que se le hiciera un TAC, alguna prueba. Los doctores no lo consideraron necesario. El examen no se produjo hasta el lunes 14 (a la una y media de la tarde) y, de forma inmediata, se ordenó su ingreso en quirófano a las 16.00 horas. Tenía un «intenso edema cerebral». Tan grave que los doctores tuvieron que retirarle un trozo del cráneo que tardaron meses en volverle a colocar por la presión que generaba. El historial dice que salió del quirófano en coma. Su padre, que cuando entró en la mesa de operaciones ya estaba en estas condiciones.

El pleito y la vida

La clave del pleito es cómo interpretaron los doctores los síntomas de la niña. Los juzgados ya entendieron en su día que no había habido negligencia, que se había actuado conforme a los criterios de la profesión médica y a los protocolos. La familia optó por plantear un contencioso-administrativo al SAS, que ha llevado el abogado cordobés Luis Espinosa. Varios informes periciales reconocen que, efectivamente, tendría que haberse actuado de otra manera. La niña presentaba vómitos hepáticos, irritabilidad, somnolencia, mayor tensión arterial, un deterioro neurológico. En algunos casos, se habla de que se tenía que haber intervenido quirúrgicamente tal y como entró en Urgencias y se le detectó la lesión. La sentencia reconoce que ni la aseguradora del SAS pone en duda que existían datos que constataba el empeoramiento de la niña y que era necesario realizar un TAC urgente.
Cristina Cuenca no murió de forma inmediata. Y el relato de su padre muestra hasta qué punto puede ser desalmado el sistema sanitario y algunos políticos. La familia optó por trasladar a la paciente al hospital Virgen del Rocío para que sus especialistas se hicieran cargo de un caso que en Córdoba daban por perdido. «Hágase a la idea de que su hija es un mueble», llegó a decir un galeno al padre de la paciente.
Cristina García recobró cierta conciencia tras meses de tratamiento. Para decir «sí», abría y cerraba los ojos. Para decir «no», movía un poco el cuello. Se expresaba tocando las notas de un teclado Casio que estaba a su alcance. El deterioro, sin embargo, fue evidente. «Tenía las defensas muy bajas», explica José García, quien a raíz del caso creó el Foro Andaluz para la Salud y la Calidad de Vida que trabaja para que se hagan viviendas adaptadas para personas enfermas, dependientes. Ha logrado pequeños triunfos como permitir que las personas con discapacidades sobrevenidas puedan tener acceso a una VPO pública de la Diputación si, antes de su dolencia, ya tenían piso en propiedad.
Cristina García no fue capaz de superar una infección. Murió el 23 de noviembre de 2002. Casi un año después de la tarde en que fue a probar los patines que le habían traído los Reyes. Su familia no ha parado hasta conseguir una sentencia condenatoria para el Servicio Andaluz de Salud. El padre rechazó un acuerdo extrajudicial con más dinero a cambio de tener un papel del juzgado en el que se dijera que alguien, en algún momento, no hizo lo que debía. Su pretensión, que nada parecido ocurra nunca a nadie.
El fallo obliga a la Junta a abonar 68.000 euros por la muerte hace once años de la niña Cristina García. Responderá una compañía norteamericana de seguros contratada por la Junta de Andalucía.

Córdoba / ÁREA SANITARIA NORTE- Una encuesta a médicos revela «deficiencias» en medios vitales

El estudio destaca falta de experiencia en cardioversión y escasez de UVI móvil

Una encuesta realizada a médicos del Área Norte arroja claras «deficiencias» en determinados medios vitales, como son los casos de los recursos de UVI móvil que dan cobertura a estos municipios de la provincia de Córdoba o la escasa experiencia que tiene la inmensa mayoría de estos facultativos a la hora de realizar cardioversiones e intubaciones satisfactorias. En el citado informe, en el que ha participado en torno al 60% de los profesionales de Atención Primaria de esta demarcación sanitaria dependiente del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y al que ha tenido acceso ABC, los profesionales plantean cambios bastantes notables. Éstos van desde una mejora en la distribución de los equipos humanos hasta la dotación de servicios en diversas localidades, como que la ambulancia de Valsequillo esté de «presencia física» durante la guardia y dotar de mejor material para la atención de urgencias vitales en La Granjuela.
«La posibilidad de que haya un médico de guardia que no haya hecho nunca una cardioversión o que sólo la haya realizado una o dos veces es del 90%». Ésta es una de las lamentables conclusiones que recoge la encuesta al abordar la formación de los profesionales para restablecer un ritmo cardiaco. En cifras globales, el documento precisa que el 62,5 de los médicos que realizan guardias nunca han efectuado este tipo de asistencia y que sólo el 25% lo han hecho en más de dos ocasiones.

Otras urgencias vitales

Al analizar la experiencia de estos facultativos en intubaciones satisfactorias, el estudio apunta a más de lo mismo: «La posibilidad de que haya un médico de guardia que no haya hecho nunca una intubación satisfactoria o que la haya hecho un máximo de dos veces es del 87,5%». Al hilo de estas dos estadísticas, el 80% de los profesionales sanitarios que han participado creen que la administración «no vela por la formación continuada» y más de la mitad de los que han dicho que sí señalan que «es insuficiente».
La insuficiencia de recursos de UVI móvil en el Área Norte es otro de los capítulos de los que se ocupa este informe y que preocupa a los participantes en la encuesta, entre otras cosas porque entienden que esta zona de la provincia es muy diferente por su dispersión geográfica y, en determinados casos, por «el mal estado de las carreteras». Proponen UVI móviles con equipos formados de forma permanente durante las 24 horas en los principales municipios —Pozoblanco, Villanueva de Córdoba, Peñarroya-Pueblonuevo e Hinojosa del Duque— «para garantizar una mejor cobertura sanitaria».
Tras analizar los recursos de cada localidad, el documento apunta a situaciones concretas que podrían tener lugar. Cuestiona la cobertura en el caso de que «por la mañana hubiese un infarto de miocardio en Belalcázar para el que se activa la UVI móvil de Pozoblanco y durante su desplazamiento ocurriera un tráfico entre Villanueva y Cardeña».
El informe facilitado explica que el coordinador del centro de salud de Hinojosa del Duque ha «prohibido» la participación de sus médicos en la encuesta, «según él por expresa orden del director-gerente de Pozoblanco».