martes, 30 de septiembre de 2014

Fenómenos extraños en un centro de salud de Córdoba capital


Los empleados dicen haber visto figuras que se volatilizan y puertas que se abren y cierran

El centro de salud Carlos Castilla del Pino, construido sobre el solar de la antigua residencia Noreña e inaugurado en verano de 2013, es hoy una instalación sanitaria a la que se le tiene miedo. En torno a una decena de sus empleados aseguran haber presenciado algún fenómeno extraño, de esos que se llaman paranormales. Coinciden en la misma niña y anciana «fantasmas» que deambulan por los pasillos y hasta sollozan en busca de ayuda. Éste es parte del resultado de una primera investigación realizada por un equipo compuesto por José Luis Hermida, catedrático y experto en Parapsicología; Francisco Gallardo, psicólogo; y José Ortiz, experto en la materia. Hermida y Ortiz han seguido casos paranormales desde hace cuatro décadas y afirman que nunca han abordado uno «de este calado» en Córdoba.
David, técnico de mantenimiento del Castilla del Pino, es uno de los trabajadores que dan a conocer la experiencia vivida al equipo de investigadores. Mientras se encontraba haciendo una prueba de legionela, le pareció oír murmullos muy cerca de donde se encontraba. Caminó hacia el lugar de donde procedían los ruidos. Descorrió una cortina y se encontró a una niña ataviada con un camisón. David, sorprendido, salió corriendo en busca de sus compañeros, pero cuando volvió ya no se encontraba «la fantasma».
La presencia de la niña ha vuelto a repetirse en varias ocasiones más. Todos los que dicen haberla visto la describen del mismo modo y coinciden en que cuando se acercan les grita «sácame de aquí».
A tenor de los testimonios recabados, el personal dice haber visto una anciana que espera su turno en una consulta cuando ya ha concluido la jornada en el centro de salud. Quienes aseguran haberla encontrado en el antiguo hospital apuntan que desaparece cuando tratan de acercarse.
Hermida, refrendado por Paco, otro trabajador sanitario, enumera algunas de las «rarezas» que se han registrado en los últimos meses. Grifos que se abren solos en la zona de quirófanos, portazos en instalaciones de seguridad, disfunción en cierres sellados -normalmente, a una hora concreta de la madrugada- y corrientes de aire. «En este hospital ocurren cosas extrañas», afirma.
¿Qué credibilidad tienen estos testimonios? Gallardo contesta que «toda la del mundo». Alude a la coincidencia de experiencias que dicen haber vivido y recuerda las palabras de una de las empleadas que han prestado su testimonio. «Vi eso y a mí no me puede decir nadie lo contrario. Me da igual que me digan que estoy tonta», se dijo ante el psicólogo y profesor en Sevilla.
Más información en:www.cuatro.com/cuarto-milenio/

jueves, 4 de septiembre de 2014

Reconocen a un médico-radiólogo eventual del SAS como indefinido

Un juzgado de lo Social entiende que la relación es laboral y no funcionarial como alegaba la Administración, que tendrá que readmitir al médico.
 
El Juzgado de lo Social nº3 de Cádiz ha declarado nulo el despido de un médico que llevaba casi 11 años trabajando en el mismo puesto de un hospital del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y ha condenado a la Administración a readmitir al trabajadores como personal laboral indefinido después de que éste reclamara que se le reconocieran dicho derecho. La Administración consideraba que la vía Social no era adecuada alegando que la relación era funcionarial, punto que no pudo probar.
El médico estaba en el servicio de Radiología desde junio de 2003. En mayo de 2014 presentó una reclamación para que se le reconociera como personal laboral indefinido. Sin embargo, en junio el SAS no hizo llamamiento alguno al médico para que se reincorporara al servicio. Actualmente otro trabajador está desempeñando sus funciones.
El juzgado indica que el trabajo desarrollado por el demandante "era dirigido de forma directa por el personal de la demandada, desarrollándose en un lugar y con unos medios titularidad ésta, por lo que nos hallamos ante una relación de carácter laboral, que atendiendo a la elevada antigüedad acarrea su calificación como indefinida según el artículo 15 del Estatuto de los Trabajadores". Asimismo, no ve justificación a "la falta de llamamiento con móviles ajenos a la circunstancia de la existencia de una reclamación previa sobre reconocimiento de derechos laborales, lo que acredita "ánimo de represalia".
El fallo supone la primera victoria judicial para la Asociación de Eventuales del SAS, nacida a principios de este año con el objetivo de conseguir que la Administración reconozca como laborales indefinidos al personal eventual de todas las categorías profesionales que lleve más de 18 meses en el mismo puesto de trabajo. La organización ya ha interpuesto unas 110 demandas individuales y dos colectivas de 600 miembros.
El SAS se opuso a que el caso fuera visto en un tribunal de lo Social, "pues a su entender la relación es indudablemente administrativa al tratarse de un funcionario". El juez rechaza este argumento, pues según la Ley 36/2011, de 10 de octubre, reguladora de la jurisdicción social, ésta se reserva "el enjuiciamiento de las acciones sobre laboralidad y consiguiente despido, sin que alegaciones unilaterales y previas al juicio sobre la naturaleza real de la relación, propias del fondo, deba ser óbice para mermar el campo competencial para su enjuiciamiento por dicha jurisdicción". Además, en el juicio el SAS no acreditó que la relación fuera funcionarial, "pues ni alega ni aporta documento sobre el acto formal de su nombramiento como tal".

Dudas sobre la vía judicial

Según Manuel Martos, asesor jurídico de la Asociación de Eventuales del Servicio Andaluz de Salud (SAS), "el SAS sostiene que no se trata de contratos laborales, sino de nombramientos", por la vía judicial sería la Contenciosa-administrativa. Él valora que "no se trata de personal de confianza de la Administración ni tienen plaza por oposición, por lo que la relación contractual es laboral".

El juez abre diligencias por la denuncia del caso de 'klebsiella'

 
 
El Juzgado de Instrucción número 2 de Córdoba ha abierto diligencias de investigación tras la denuncia de la familia de un bebé que falleció en agosto del año pasado en el Hospital Reina Sofía de Córdoba por una posible negligencia médica, después de que la menor falleciera supuestamente como "consecuencia directa del tratamiento dispensado" por el personal del Servicio Andaluz de Salud (SAS), así como por los "nulos" sistemas efectivos para la prevención y evitación de infección de la bacteria 'Klebsiella Pneumoniae'.
Según recoge el auto judicial, al que ha tenido acceso Europa Press, el juez cree que los hechos presentan "características que hacen presumir la posible existencia de una infracción penal" y al no estar determinada "la naturaleza y circunstancia de los hechos, ni las personas que en ellos han intervenido", ve "procedente" practicar las diligencias.
De este modo, ha solicitado al Hospital Reina Sofía que remita toda la historia clínica relacionada con el nacimiento y posterior fallecimiento de la recién nacida, desde que la madre fue atendida por primera vez el 7 de agosto de 2013.
En este sentido, los afectados interpusieron la denuncia al considerar que los hechos pudieran constituir la supuesta comisión de un delito de lesiones o menoscabos imprudentes causados al feto o un delito de homicidio imprudente, de ahí que reclamen que "se haga justicia y se investigue lo sucedido", al objeto de que los presuntos culpables "respondan adecuadamente y no ocurran nunca más hechos parecidos que tanto dolor han producido a toda la familia".
En concreto, han precisado que los hechos sucedieron entre el 7 y el 20 de agosto de 2013 y su resultado produjo, por posible negligencia grave profesional, "importantes lesiones cerebrales" en el feto, así como finalmente el fallecimiento de la niña.
Los hechos "se concatenan en el tiempo y provocan una complicación detrás de otra", lo que añade "un plus de reprochabilidad a los responsables de la atención médica prestada de forma directa" a la madre y su hija, así como a "quienes debieron establecer los protocolos y medidas para evitar la infección por la denominada bacteria 'Klebsiella Pneumoniae' y el 'Staphyloccocus epidermidis'.
Así, relatan que la mujer acudió a urgencias en la madrugada del 7 de agosto tras sufrir "un problema que se traduce exteriormente por un sangrado en la madre y que no se valora con la debida importancia, aún cuando el más mínimo deber objetivo de cuidado hubiese requerido la realización de pruebas complementarias diagnósticas, además de un simple tracto vaginal, para así determinar un muy probable diagnóstico de una anómala posición de la placenta o un desprendimiento de la misma".
Esta situación, hubiese "exigido una rápida y efectiva reacción médica". Sin embargo, agregan, "se incurrió, presuntamente, en una grave infracción del deber objetivo de cuidado, ya que, primero, se envía a la paciente directamente a su casa, aún cuando presenta aquel síntoma de sangrado en un estado de gestación avanzado --30 semanas--, y, segundo, no se toman las medidas inmediatas adecuadas para evitar/controlar el referido desprendimiento de placenta".
No obstante, cuando la paciente acude por segunda vez al servicio de urgencias del Hospital, a las pocas horas de ese mismo día, "aún sin reaccionar totalmente a tiempo, se toman otras medidas de diagnóstico y se manda ingresar a la madre". Durante su ingreso se realizan diversos controles, como la valoración del sangrado, la monitorización de la dinámica uterina y la frecuencia cardiaca fetal.
Al respecto, explican que en algunos de los trazados se observan desaceleraciones de la frecuencia cardiaca fetal con y sin contracciones uterinas, a lo que añaden que "sólo se le hizo una ecografía una vez transcurridos casi tres días desde su ingreso, el 10 de agosto".
 
EL DÍA DEL NACIMIENTO
Mientras, detallan que el día del "precipitado" nacimiento, el 10 de agosto, "el trazado tocográfico dibuja un clarísimo patrón de sufrimiento, con desaceleraciones importantes". Así, se activan por parte de la comadrona los protocolos que incluyen el aviso al ginecólogo de guardia que ante la evidencia y la sospecha de un desprendimiento mayor de la placenta y el grave sufrimiento fetal decide practicar una cesárea urgente.
Según indican, el problema es que desde que se observa en el trazado tocográfico un sufrimiento fetal, hasta que finalmente nace la niña, "transcurren unos 50 minutos durante la mayoría de los cuales no se tiene una monitorización continua de lo que está sucediéndole a la niña intraútero".
Por tanto, destacan que el resultado es el nacimiento por cesárea de un bebé prematuro "con todos sus signos vitales en cero", al tiempo que advierten de que "no se puede perder de vista que desde que la matrona da cuenta a través del registro tocográfico del sufrimiento fetal, los segundos cuentan, pues el sufrimiento es precisamente por falta de oxígeno al feto".
En este caso, consideran que "la falta de oxígeno mantenida demasiado tiempo precipita un estado metabólico de acidosis que provoca un paro cardíaco y una gran dificultad para la reanimación de la niña, así como lesiones cerebrales del tipo hemorrágico". La recién nacida, después de una larga reanimación es trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos de Neonatos con un respirador mecánico dado su deteriorado estado de salud.
En dicha unidad, agregan, proceden a corregir todas las desviaciones hasta que 24 horas después le retiran el soporte respiratorio. Hasta ese momento se trabaja con una recién nacida prematura e inmadura por la edad de gestación, que "durante el proceso de nacimiento ha sido sometida a unas condiciones de hipóxia y acidosis metabólica muy importantes con unas secuelas cerebrales evidentes y otras que pudieran estar, pero que con su posterior fallecimiento no se pueden constatar".
 
MANIOBRAS DE REANIMACIÓN
Durante las maniobras de reanimación y su estancia en la unidad, según precisan los afectados, es "sometida a múltiples punciones venosas y arteriales, así como a la inserción de diversos catéteres en vena y arteria". Con estos antecedentes, incurriendo presuntamente en "una nueva grave imprudencia", se traslada a la recién nacida fuera de la unidad y se inicia una alimentación oral, "prematura dada su inmadurez".
Además, creen que durante las maniobras de reanimación, durante su estancia en la unidad o durante su periodo fuera de la unidad "se contamina con los bacilos de 'Staphyloccocus epidermidis' que se localiza en uno de los catéteres umbilical, y además el de 'Klebsiella Pneumoniae', ambos de desarrollo y transmisión hospitalaria".
En este sentido, explican que cuando se dan cuenta, "ya que en el lugar donde se encuentra parece ser no existen los debidos controles ni se han efectuado de forma efectiva las prevenciones básicas antes referidas aplicables al personal que presta la asistencia", ya es "demasiado tarde" y "una sépsis generalizada precipita a la pequeña nuevamente a la acidosis y el derrumbe sistémico de todas las funciones vitales siendo finalmente 'exitus'".
Cabe recordar que la Fiscalía Provincial de Córdoba acordó en julio archivar las 16 denuncias referidas a los casos de infección por 'Klebsiella', que fueron presentadas en su mayoría por la Asociación 'El Defensor del Paciente', además de por familiares de los pacientes, y referidas a fallecimientos en once de los casos.
La decisión se adoptó después de estudiar cada uno de los casos, en su mayoría referidos a fallecimientos, y no haber encontrado en ninguno de ellos indicios de delito.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Trabajadores del hospital Reina Sofía piden al SAS información sobre el ébola

Critican que el Hospital solo les haya facilitado el borrador de una guía.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) de Córdoba ha reclamado este miércoles al Servicio Andaluz de Salud (SAS) «que facilite a la mayor brevedad toda la información necesaria relativa a las actuaciones de prevención ante el virus del ébola al conjunto de los trabajadores de los hospitales y centros de salud de la provincia, con especial incidencia en la plantilla del Hospital Universitario Reina Sofía».
El presidente del Sector de Sanidad de CSIF-Córdoba, Antonio Poyato, ha explicado que, «hasta el sindicato tan solo ha llegado un borrador de una Guía para la Prevención y Protección frente al Virus del Ébola de los Profesionales de los Centros Asistenciales del SAS», que forma parte de las medidas que ha puesto en marcha el complejo sanitario y que ha adelantado este lunes el diario ABC.
Poyato ha resaltado que este documento «ha sido enviado por el SAS para su estudio y la entrega de posibles aportaciones en la Mesa Técnica de Prevención de Riesgos Laborales (PRL) y su posterior aprobación dentro de algunos días en la Mesa Sectorial de Sanidad».
El dirigente sindical también ha señalado que se ha convocado «al Comité de Seguridad y Salud del Área Hospitalaria Centro de Córdoba, al que pertenece CSI-F, para facilitar información sobre el virus del ébola a los representantes de los trabajadores».
Ante todo ello, el Sector de Sanidad de CSI-F Córdoba demanda a la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales «claridad y transparencia en todo este asunto», así como un «abordaje adecuado» ante la declaración de un hipotético caso de ébola en el Reina Sofía.
Poyato entiende que «debe actuarse con rapidez en este tema, para generar tranquilidad en los usuarios y el personal de la sanidad pública cordobesa mediante la aplicación de un procedimiento que establezca las directrices que garanticen la seguridad y salud de nuestros profesionales».

martes, 2 de septiembre de 2014

El hospital Reina Sofía de Córdoba activa medidas contra el ébola

Crea una comisión y reserva una planta para posibles enfermos

Foto:Hospital Provincial

El hospital Reina Sofía de Córdoba está preparado para tratar a enfermos de ébola. El centro sanitario ha encomendado a una comisión de facultativos la coordinación de todas las medidas que sean necesarias para ingresar a personas aquejadas de este virus.
La primera decisión de este órgano, dependiente de la Unidad de Infecciosos,(ubicada en el Hospital Provincial) ha sido la reserva de una planta para pacientes de este tipo, de tal modo que una de sus dos alas se encuentra a punto para que reciban cuidados enfermos en régimen de aislamiento, mientras que el otro ala se halla vacía y también disponible. Por el momento se trata de medidas de prevención y que están orientadas a que el recinto esté preparado ante cualquier eventualidad, si bien no se ha registrado ningún caso de ébola en el Reina Sofía ni hay sospechas de ello.

Formación del personal

Fuentes laborales del complejo sanitario cordobés informaron este domingo a ABC de que el protocolo de actuación que ha seguido la Dirección-Gerencia del centro se completa con una serie de iniciativas para que el personal sepa qué ha de hacer en el caso de que se detecte un caso de ébola. Con este fin, los puestos intermedios del recinto han recibido la encomienda, a través de reuniones con representantes de la Dirección, de informar a los profesionales a su cargo de cómo actuar ante un paciente infectado. Las instrucciones han llegado a todos los estamentos del Reina Sofía, aunque el personal que más atención ha merecido ha sido el de los servicios de guardia y de Urgencias.
Entre las recomendaciones que la Dirección-Gerencia ha trasladado a los trabajadores del centro destacan la observación rigurosa de las medidas profilácticas —como el uso de guantes, máscaras, gafas y trajes para no quedar expuestos al contacto directo con la sangre u otros fluidos de los pacientes infectados. El punto de partida de los directivos del hospital es que no existe ningún tratamiento o vacuna contra el ébola, aunque hay medidas en proceso de experimentación.
La Dirección del hospital confirmó a ABC que las acciones de prevención están en marcha, aunque no se ha activado aún un protocolo de emergencia como el que entró este domingo en vigor en el Hospital Carlos Haya de Málaga,al detectarse un caso sospechoso, que resultó ser paludismo. Las primeras medidas datan de abril, si bien se han reforzado y mejorado en los últimos meses.

El SAS obliga a los médicos a asumir el doble de pacientes por un plus de 40 euros