Soy un grillo de los muchos que hay,en este hospital, recorriendome todos los pasillos,y estoy aqui para relatar el descontento de los trabajadores por la mala gestion de los mandos intermedios y la del gerente
El sindicato provincial de Sanidad de CCOO de Córdoba denunció ayer "el oscurantismo" del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en el abono de las retribuciones de sus profesionales y "el incumplimiento sistemático" de su propia normativa año tras año. "Desde que el SAS implantó sus fórmulas de gestión y de incentivos por consecución de objetivos, allá por el año 2003, mucho ha cambiado la norma y la forma de incentivar a sus profesionales, premiando a sus directivos, y a los que más pueden recortar, olvidándose de su gran plantilla de profesionales", criticó el sindicato.
CCOO acusó al SAS de modificar a finales de 2009 el Complemento al Rendimiento Profesional (CRP) sin la aprobación de la parte sindical. "Desde entonces ha realizado varias modificaciones, entre ellas, el fraccionamiento del pago hasta en seis mensualidades y el traslado del primer abono a los meses de verano, cuando la mayor parte del personal está de vacaciones" , denunció, para añadir que "más solapadamente se disimula el pago de este vergonzoso complemento".
El secretario general del sindicato provincial, José Damas, acusó al CRP de haberse convertido en "un sistema pervertido que premia disparatadamente a los directivos del SAS" y de ser "absolutamente opaco, injusto, inmoral y discriminatorio, llegando a cobrar anualmente un director más de 12.000 euros mientras que un celador o pinche llega a 484 euros, es decir 25 veces menos."
CCOO exigió al SAS "una retribución justa y equitativa del complemento del CRP y un cambio de rumbo en su política de sistemas de gestión", y animó además a los trabajadores del sistema "a exigir una retribución justa y equitativa", para lo que puso a su disposición "un modelo de queja-reclamación y el asesoramiento que necesiten".
La especialista en Aparato Digestivo ha desarrollado toda su carrera profesional en este hospital, donde ha sido responsable de la Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal y jefa de Estudios
La especialista en Aparato Digestivo ha desarrollado toda su carrera profesional en este hospital, donde ha sido responsable de la Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal y jefa de Estudios
La doctora Valle García Sánchez, nacida en Córdoba en 1975, será la nueva directora gerente del Hospital Universitario Reina Sofía, tras el nombramiento como consejera de Salud de la anterior responsable de la dirección gerencia, Marina Álvarez. Doctora en Medicina y Cirugía por la Facultad de Medicina de la Universidad de Córdoba, realizó su formación como médico residente en el centro cordobés, en el que forma parte del equipo de la Unidad de Gestión Clínica de Aparato Digestivo desde 2003. Desde 2012 ha sido la responsable de la Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal, desarrollando una intensa labor asistencial, docente e investigadora.
Responsable de la implantación de la Comisión de Fármacos Biológicos en Gastroenterología junto con la Unidad de Farmacia del Hospital Universitario Reina Sofía en 2013, es también profesora asociada de la Universidad de Córdoba, y directora y profesora de un Curso Monográfico para médicos residentes de Aparato Digestivo celebrado anualmente y organizado por el Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU), sociedad científica de la que ha sido secretaria de su Junta Directiva entre 2009 y 2013 y, actualmente, forma parte como vocal del área docente.
Muy vinculada a la formación de nuevos profesionales, Valle García ha desempeñado el papel de tutora de residentes dentro de la Unidad de Gestión Clínica de Aparato Digestivo durante 8 años y desde el 2013 ocupaba la Jefatura de Estudios de este hospital impulsando la mejora en la calidad de la formación de especialistas internos residentes.
Por otra parte, la nueva directora gerente del Hospital Universitario Reina Sofía ha participado como docente y/o ponente en más de 100 ocasiones entre cursos, congresos, simposios y mesas redondas sobre la enfermedad inflamatoria intestinal como referente a nivel nacional en esta área de su especialidad destacando su participación como formadora en la actividad “Estancias de Formación de Enfermedad Inflamatoria Intestinal”, acreditada según la encomienda de gestión concedida por los Ministerios de Sanidad y Política Social y Ministerio de Educación al Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos. Pertenece, asimismo, al Comité Editorial de las revistas científicas ‘Enfermedad Inflamatoria Intestinal al día’ y ‘Revista Andaluza de Patología Digestiva’.
También ha participado en la elaboración de guías de práctica clínica junto con otros miembros de GETECCU publicadas en revistas de carácter científico en relación al cuidado del paciente con enfermedad inflamatoria intestinal y participado como asesora clínica para la elaboración de documentos de recomendaciones para la elección y monitorización del tratamiento con fármacos anti-TNF en pacientes adultos con colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn moderada-grave coordinado por la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de la Consejería de Salud.
En el ámbito de gestión, ha realizado el Programa de Gestión Estratégica de Unidades Asistenciales por ESADE (Business School) durante los años 2009 y 2010.
Actividad investigadora
Valle García pertenece al grupo de investigación “GC02 Estrés oxidativo y nitrosativo en hepatopatías agudas y crónicas” del Instituto de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC) desde 2012. Igualmente, desde esa misma fecha, forma parte del grupo de investigación con código CTS273, ‘Estudio de las afecciones agudas del aparato digestivo’ de la Universidad de Córdoba.
En la actividad investigadora, lidera varios proyectos de investigación con financiación competitiva concedidos por el Instituto de Salud Carlos III y la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. Destacar la dirección de dos tesis doctorales y su autoría en más de 100 artículos originales publicados en revistas científicas nacionales e internacionales, la mayoría con alto índice de impacto. Ha participado como autora también de más de 57 capítulos de libro, la mayoría dedicados al manejo diagnóstico y terapéutico de la enfermedad inflamatoria intestinal, y en más de 270 comunicaciones presentadas en congresos locales, nacionales e internacionales, destacando el congreso de la Asociación Española de Gastroenterología y el congreso de la European Crohn and Colitis Organization.
El sindicato de enfermería ha hecho un estudio de todos los hospitales y distritos sanitarios.
El sindicato profesional de la enfermería Satse ha denunciado que solo el 27% de los profesionales de Enfermería que disfrutarán de sus vacaciones este verano contarán con la contratación del correspondiente enfermero/a, matrona o fisioterapeuta, para su sustitución en el puesto asistencial de atención a los pacientes que ocupaba, tanto si es en un hospital como si ocurre en un centro de salud. Así se desprende del estudio realizado por Satse tras analizar las propuestas de contratación estival de los centros sanitarios en la provincia. Todo ello a pesar de que dichos profesionales son los que garantizan la atención sanitaria y cuidados las 24 horas del día, los 365 días del año.
Según Satse, esta previsión afecta al conjunto de hospitales y centros de salud de nuestra provincia. En concreto, para la sustitución de las más de 72.000 jornadas que generan las vacaciones del personal de enfermería en nuestra provincia, sólo se prevé una oferta media de contratación de unas 20.000, el resto de ellas no dispondrán del personal necesario para sustituirlas, lo que conlleva irremediablemente una sobrecarga asistencial en los compañeros que permanecen en las unidades y centros de salud, es decir se ven obligados a realizar el trabajo del compañero que se encuentra de vacaciones, sin dejar de poder hacer el suyo, provocando ansiedad, estrés, angustia profesional e incrementando al mismo tiempo el riesgo de error profesional por falta de personal de Enfermería, e inseguridad asistencial para el paciente también por dicho motivo.
El sindicato discrepa de que la mayoría de habitaciones no cuenten con camas y aseos adaptados
La Sección Sindical de CCOO en el Hospital Reina Sofía denuncia que las plantas de hospitalización del centro sanitario no disponen, en su mayoría, de habitaciones con camas y aseos adaptados para personas con movilidad reducida, a pesar de que la normativa vigente recoge claramente las condiciones de accesibilidad a espacios públicos. El sindicato señala que hay pacientes ingresados que no pueden acceder con sillas de ruedas a los aseos de las habitaciones. Recientemente, se ha dado un caso en el Servicio de Partos en el que se tuvo que improvisar de forma urgente un aseo de uso de los profesionales para una paciente ingresada con movilidad reducida, obligándola a desplazarse desde su habitación hasta la zona de paritorios para poder acceder a un espacio adaptado para su aseo personal.
En otros casos, explica el secretario General del Sindicato Provincial de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Córdoba, José Damas, “son los profesionales los que tienen que ayudar a la movilidad de estos pacientes para acceder a los aseos, realizando movilizaciones que no son las más adecuadas y que, además, se complican con la falta de camas adaptadas a estos pacientes”. Para Damas “es injustificable que un centro hospitalario de nivel de Hospital Reina Sofía carezca de una dotación adecuada de aseos adaptados en las plantas de hospitalización” cuando “los pacientes hospitalizados con discapacidad que necesiten uso de sillas de ruedas u otros medios de ayuda deben disponer de habitaciones con aseos adaptados por legislación vigente”. Damas asevera que “nuevamente nos encontramos con las incompetencias de los gestores del Reina Sofía” que “inauguran obras a bombo y platillo que ni siquiera cuentan con las características arquitectónicas básicas adaptadas a las normas de accesibilidad actuales, como ocurre con la unidad de partos en el Materno-Infantil”. En dicha unidad, cuya reforma finalizó hace poco más de un año, la Junta de Andalucía invirtió 116.000 euros en obras y equipamiento, todo ello enmarcado en el Proyecto de Humanización a la Atención Perinatal. Sin embargo, el proyecto no contó con la habilitación de habitaciones adaptadas para usuarias con movilidad reducida que necesitan silla de ruedas para acceder a los aseos. CCOO reclama que al menos una habitación por módulo cuente con un baño y camas adaptadas para pacientes con movilidad reducida y exige a la Dirección-Gerencia del Reina Sofía que reserve un presupuesto específico para la adaptación de habitaciones y aseos y determine el periodo de ejecución de la misma.
Cada año asistimos a la perversa situación que constituye la firma de acuerdos de gestión entre el director gerente de cada centro y el director/a de cada Unidad de Gestión Clínica (UGC). En dichos acuerdos se establecen los múltiples recortes a los pacientes, tanto si son atendidos en el centro de salud como si lo son en los hospitales, determinándose con ello los objetivos de recortes a pacientes que han de ser alcanzados cada año para garantizar entre 12.000 y 14.000 euros anuales por productividad a los directores de dichas UGC. Por cierto, recortes de los que no se informa ni a los pacientes ni a sus familiares; simplemente se aplican por imposición del director de la UGC --la inmensa mayoría médicos en los centros de salud y el 100% en los hospitales--. Recortes donde la prioridad es el criterio económico y no el criterio clínico del profesional. Pues la autonomía y capacidad de decisión del profesional en lo referente a los problemas de salud del paciente y cómo abordarlos ha quedado supeditada a los criterios económicos del coste de la actuación asistencial y profesional que requiera cada paciente y ciudadano.
En este sentido, se establecen recortes tan claros y perversos como derivar menos pacientes al hospital, pertenecientes a las especialidades de Medicina Interna, Traumatología o Rehabilitación; recetar menos medicamentos; pedir menos pruebas diagnósticas; no recetar medicamento para reducir el colesterol y prevenir problemas cardiovasculares a pacientes de más de 75 años; ingresar menos pacientes con insuficiencia cardiaca en el Hospital; no realizar densitometrías óseas a mujeres menopáusicas para valorar el riesgo de fractura osea; no realizar la prueba de analítica en sangre de PSA a pacientes, como medida de prevención del cáncer de próstata; Enviar menos pacientes al oftalmólogo; reducir un 33% los días de ingreso en el hospital de pacientes con angina de pecho; ingresar menos pacientes en el hospital por trombosis venosa profunda; utilizar menos hemoderivados para reducir coste; enviar menos pacientes de Salud Mental desde el centro de salud al hospital; dejar de hacer Eco/Dopplex a embarazadas de bajo riesgo; reducir el número de pacientes que se ingresan para estudiar un hígado metastásico; ingresar menos pacientes por amputaciones mayores de miembros inferiores; incrementar de 3 a 6 meses los controles de inmunidad a pacientes infectados de VIH, para reducir un 10% los costes anuales por paciente; no ofertar radioterapia a los pacientes con cáncer de mama, tras ser matectomizadas de manera precoz, etcétera.
Estos son algunos de los recortes a los pacientes, impuestos en las distintas unidades de gestión clínica y recogidos por escrito en un documento anual que firma el director gerente de cada hospital o distrito sanitario y el director/a de cada unidad de gestión clínica, convirtiéndose dichos recortes en el eje central de la actividad diaria de atención a pacientes y ciudadanos en general, tanto en los centros de salud como en los Hhspitales de la provincia de Córdoba y el conjunto de Andalucía.
Es evidente que el criterio clínico y la autonomía profesional se han rendido y puestos al servicio de los criterios económicos, afectando negativamente, en mi opinión de manera tóxica e inaceptable a la resolución de los problemas de salud que presentan los pacientes y donde queriendo o sin querer, se ha impuesto una forma de atención sanitaria para intentar resolver las necesidades del paciente, que se aleja de cualquier atisbo de cercanía y humanidad hacia el mismo, y donde lo primero no es el paciente y sus necesidades, si no la ejecución de recortes perversos para alcanzar objetivos económicos, que no clínicos ni de respeto a los derechos de los pacientes.
Por último expresar mi absoluta sorpresa y perplejidad ante la decidida participación activa del colectivo médico (salvo honrosas excepciones que por cierto son castigados por ello), en este proceder, y su plena disposición a renunciar tan fácilmente al criterio clínico y autonomía profesional, para beneficiar y potenciar los criterios económicos impuestos por el director de la Unidad de Gestión Clínica, llevándose por delante derechos de pacientes y pervirtiendo el sistema sanitario público en la provincia de Córdoba y Andalucía, donde quién más pierde inequívocamente son los pacientes y ciudadanos que necesitan ser atendidos en cualquier hospital o centro de salud perteneciente al sistema sanitario público de la provincia de Córdoba y Andalucía.
LA AFECTADA ES UNA PACIENTE DE 81 AÑOS, SEGÚN EL SINDICATO
El sindicato dice que aguarda la intervención desde el 2015
Foto de archivo
El sindicato profesional de enfermería Satse denunció ayer «un nuevo caso de inaceptable demora para ser intervenido quirúrgicamente en el hospital Reina Sofía». Según la información que este sindicato ha obtenido de la familia afectada y la documentación del hospital, «una paciente de 81 años está pendiente de una operación para implantación de prótesis de rodilla desde el 20 de noviembre de 2015». Satse afirmó que «ese día del 2015 la paciente fue incluida en lista de espera, tras lo cual el 30 de mayo del 2016 se le realizó la preanestesia, si bien la misma caducó a los 6 meses, sin que la enferma fuese operada». Añadió este sindicato que «tras ello la paciente es citada de nuevo a la consulta con fecha 2 de diciembre del 2016, donde se le informa que se le saca de su inclusión en lista de espera, tras esperar 372 días sin ser operada» y resaltó que «el mismo 2 de diciembre en consulta, al mismo tiempo que se le saca de la lista de espera, se le vuelve a incluir con dicha misma fecha 2 de diciembre del 2016, con la excusa de que la iba a operar otro médico nuevo y este quiere ver a los pacientes de nuevo, aunque ya estuviesen valorados, diagnosticados y pendientes de ser operados». «Al incluirla nuevamente en lista de espera el 2 de diciembre del 2016», expuso Satse, «el contador de los tiempos de espera se pone de nuevo a cero, a pesar de llevar ya esperando 372 días sin ser operada. Desde el 2 de diciembre del 2016 a la fecha han pasado 178 días, que sumados a la espera anterior suman 550 días esperando ser operada de una rodilla».
El sindicato profesional de enfermería calificó de «sinvergonzonería lo que se está haciendo con esta paciente el Reina Sofía» y confíó en que en ello no haya influido «la edad de la paciente, pues sería algo absolutamente bochornoso e impresentable». Satse llamó la atención sobre el hecho de que «la gerente del Reina Sofía, Marina Álvarez, tuvo conocimiento por escrito de esta impresentable situación el 2 de diciembre del 2016, tras reclamación por escrito del marido de la paciente, a lo cual la gerente contestó dos meses más tarde, para decirle que la responsabilidad de la situación de la paciente tras 550 días en lista de espera, recae en la «elevada actividad que el hospital registra».
Denuncia los grandes «socavones» y el riesgo para pacientes y usuarios
La Plataforma Ciudadana Aparcamientos Reina Sofía denunció ayer «el abandono del parking del centro hospitalario y el deficiente estado de las instalaciones, en las que se aprecia una cantidad de agujeros y socavones de grandes dimensiones. Ello conlleva el riesgo para las personas y vehículos que circulan por el aparcamiento de sufrir «algún tipo de percance aumente».
Según este colectivo, «el gerente del Servicio Andaluz de Salud, Mariano Marín, y la directora gerente del hospital Reina Sofía, Marina Álvarez, se comprometieron a ejecutar y reparar de manera urgente las zonas del recinto del centro sanitario que estuvieran más deterioradas. Este compromiso fue adquirido el pasado 21 de marzo en la reunión celebrada con representantes de la plataforma del parking».
«Lamentablemente, y después de dos meses, Marín y Álvarez, han incumplido su compromiso», indicó la plataforma. De hecho, la plataforma ciudadana criticó que «este sea el peaje que los ciudadanos cordobeses tienen que pagar por no haber conseguido el SAS su objetivo y propósito de construir un parking de pago a costa, una vez más, del bolsillo de los propios contribuyentes. Todo ello, como es sabido, tras la oposición frontal de este movimiento».
La plataforma ciudadana Aparcamientos Reina Sofía advirtió a la ciudadanía de que «en el caso de sufrir algún accidente físico en el parking a causa de su mal estado, los pacientes y usuarios afectados deberán interponer la correspondiente reclamación patrimonial al Servicio Andaluz de Salud, exigiendo responsabilidades e indemnizaciones en función al daño producido».
Por otro lado, la plataforma Aparcamientos Reina Sofía recordó que «el mantenimiento y adecentamiento de las instalaciones son obligación del SAS, al ser la Junta de Andalucía la titular de los terrenos». Ante ello, este movimiento consideró que «ni Salud ni el mismo hospital Reina Sofía deben mirar hacia otro lado y sí actuar de manera urgente como responsables del recinto».
MENSAJE AL CONSEJERO / Por último, la Plataforma Ciudadana Aparcamientos Reina Sofía de Córdoba trasladó al consejero de Salud, Aquilino Alonso, «esta situación de dejadez y desidia» por parte del gerente del SAS y la directora gerente del Reina Sofía, Marina Álvarez, que «además está provocando un riesgo para la integridad de las personas».
En la reunión celebrada en marzo entre representantes de esta plataforma, el gerente del SAS y la directora del hospital, este colectivo recordó a los citados responsables sanitarios de la Junta que «los cordobeses no deben estar discriminados respecto a otras provincias donde se han acometido intervenciones de este tipo en aparcamientos hospitalarios» y citó como ejemplo el hospital de Valme, «en el que la Junta ha gastado 214.755 euros para adecentar los terrenos del parking para usuarios y empleados de ese centro hospitalario».