miércoles, 8 de octubre de 2014

Piden cárcel para dos doctoras por la muerte de un joven de 27 años

Están acusadas de un delito de imprudencia profesional al no realizar unas pruebas al fallecido.
 Imagen del Hospital Reina Sofía de Córdoba
El Ministerio Público solicita un año de cárcel para cada una de las dos profesionales sanitarias procesadas por la muerte de un joven de 27 años, que falleció como consecuencia de no habérsele practicado unas pruebas que, según el fiscal, hubieran servido para detectar y tratar su dolencia.
Según el escrito de conclusiones provisionales, al que ha tenido acceso ABC, el 15 de marzo de 2010, la víctima fue atendida en el centro de salud La Marina por molestias en la ingle derecha. Como el dolor no cedía, al día siguiente fue atendido en los servicios de urgencias de la avenida de América, donde el doctor que lo examinó valoró la posible existencia de una Trombosis Venosa Profunda (TVP), y derivó al paciente al Reina Sofía para que se le practicaran las pruebas indicadas.
El joven fue trasladado hasta el hospital, donde una de las inculpadas, la doctora L.P.D. le diagnosticó «contractura muscular de abductores» e hizo caso omiso a las indicaciones del facultativo. El paciente regresó poco después al servicio de Urgencias, puesto que sentía incluso más dolor, y la otra encausada, A.J.A., pese a consignar sospecha de TVP, «no realizó las pruebas diagnósticas específicamente indicadas, indicando que no apreciaba signos de TVP», señala el Ministerio Público.

Fallo multiorgánico

El día 17, el enfermo fue atendido en su propio domicilio por otro doctor que, tras ver los informes anteriores, diagnosticó «tendinitis abductores derechos», y le prescribió voltarén y valium. A la mañana siguiente, lo volvieron a ver en el centro de salud La Marina, donde le indicaron calor, reposo y nolotil.
La madrugada del 18 de marzo, el paciente ingresó de urgencia en el Reina Sofía con disnea, dolor torácico y sudoración. Estuvo en observación, pero a las 7.30 horas ingresó en la UCI ante el empeoramiento de los síntomas. La situación no se pudo revertir «y culminó con un fallo multiorgánico que le provocó el fallecimiento el 22 de marzo de 2010».
Según el fiscal, «el deceso fue el resultado de no haber realizado las pruebas para detectar TVP el día 16 ante el dolor intenso, la hinchazón del miembro y la inmovilización prolongada del paciente. Esta TVP provocó un tromboembolismo pulmonar que fue la causa de la muerte».